Siempre fui muy amigo de la poesía pues, aun sin conocer los recovecos principales de ella, ya me meti de lleno a componer versos desde muy pequeño.
Me encantaba juntar unas cuantas frases de cualquier tema que en aquel momento se me ocurriera, tanto es así, que gustaba de mirar por la ventana mientras estaba en clase y, agudizando mi vista, lograba versar a la lluvia, al sol y a todo bicho viviente que asomara ante mis ojos.
La poesía es para mí algo de lo cual no logro separarme. Es el pan de cada día, es mi logro personal y me siento muy contento por lo que hago diariamente con ella.
Es un aliciente más en mi vida, es el sueño continuo de un tener algo por hacer cada día que me despierto. Pienso en la poesía en cuanto me lo permite mi mente y transcribo todo lo que me va diciendo.
La poesía es, en fin, un medio por el cual conversamos cuando nos queremos decir algo bello, algo que, con palabras en prosa, no conseguimos hacer comprender a la otra persona con la que dialogamos
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