viernes, 26 de octubre de 2012
Recuerdo de Luis Cernuda de Dolors Alberola
Recuerdo de Luis Cernuda
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
lo que teme y es piedra en su memoria,
lo que rompe sus manos,
la belleza de aquel pincel primero
que se guardó en los ojos.
Si la vida aún fuera un garabato,
hileras de muñecos anudándose colgados del papel,
como un recorte,
y sin fin, sin ruptura, sin sepulcro.
Pero los ojos son ojos despiertos,
las manos, manos son y buscan tacto,
el corazón, alondra, ala, viento
y la vereda corta.
Por eso la palabra que arrancamos
de la íntima fuente, la locura,
vuela después del ala, mira detrás del ojo,
palpa lejos del cuerpo.
Por eso está la piedra ahí en la boca
cantando la verdad. No sea tarde
y nos queden sonidos en la muerte.
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